Los Negritos de San Blas |
2 y 3 de febrero
La celebración de San Blas y la Fiesta de las Candelas marca el inicio del calendario festivo tradicional de Montehermoso.
Danzarines peculiares, ocho en total, ataviados con la indumentaria del traje típico de montehermoseño y con la cara tiznada de negro, bailan al son que les toca el Tamborilero y a las órdenes del Palotero, llenando de color y vistosidad la localidad.
Desde el año 2006 está declarada como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura.
Desde el año 2006 está declarada como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura.
EL ORIGEN
Aunque no se sabe con exactitud su origen, se tiene constancia de que el grupo y sus ancestrales danzas pudieron iniciarse en torno al siglo XVI. Incluso se habla de un posible origen celta.
La celebración es de tipo pagano-religioso. Debido a la vinculación de San Blas con los animales y a que la localidad se encuentra enclavada en una zona fuertemente influenciada por la ganadería, podríamos derivar en dos razonamientos. El primero correspondería a una celebración por parte de los ganaderos y lugareños del ritual de paso del invierno a tiempos más cálidos, mientras que el segundo abogaría por el culto a San Blas, como protector de dicho colectivo.
LA LEYENDA POPULAR
Celebración antigua |
La creencia popular afirma que los Negritos eran una antigua familia que acudía todos los años a la localidad a pedir limosna, interpretando a cambio las danzas que ahora se representan.
Una vez que su repertorio se hubo acabado, se cuenta que regresaron a la localidad con las caras tiznadas para evitar ser reconocidos y así seguir interpretando los bailes. Sin embargo, fueron descubiertos por los lugareños y por el obispo, que se encontraba de visita en la localidad, y que acuñó la frase: "Estos son los Negritos de Santo Tomé, que todos los años nos vienen a ver".
Los lugareños, desde entonces, lejos de expulsarlos del pueblo, les animaron a continuar bailando, instaurándose de esta manera la tradición.
LOS PROTAGONISTAS
Uno de los Negritos junto al Palotero |
La fiesta gira en torno a tres figuras populares que interactúan entre sí, aportando la vistosidad a la celebración, Los Negritos, que a través de la interpretación de sus danzas nos transmiten la leyenda, el Palotero, personaje burlesco que sirve de unión entre la multitud y los danzantes, a los cuales dirige, y el Tamborilero, portador de las melodías que marcan el son a través del cual marcha la celebración.
LA INDUMENTARIA
Uno de los bailes típicos |
El traje de gala de montehermoseño es la vestimenta típica con la que salen ataviados los miembros de este singular grupo: chaleco bordado con botones de filigrana, camiseta, pañuelo de colores, calzón de paño, faja bordada, calcetas, alzapón, chías y a la cabeza un gorro militar introducido en la indumentaria tras la guerra de África.
El punto colorido que da el contraste a esta uniformidad es el Palotero, que actúa como bufón del grupo. Lleva un zurrón de piel de cabra a la espalda donde guarda los palos y los utensilios que se usan en los bailes. Además su gorro es una imitación de la mitra de un obispo. Complementa su vestimenta un colorido traje con múltiples cintas de colores.
LAS DANZAS
Una de las danzas del repertorio |
Las danzas son el medio por el que el grupo interactúa con los visitantes. Una vía de expresión corporal que nos transmite significados claros y mágicos. El Mambrú, El Ama del Cura, Los Oficios, La Culebra o La Emperadora son algunas de las más llamativas.
En total diecisiete danzas con las que los danzantes manifiestan con viveza el culto a San Blas, al mismo tiempo que son transmisores de matices rituales de otros tiempos. Algunas hacen referencia a comportamientos bélicos, imitaciones de animales, oficios, o luchas…
LA "VELÁ"
Los Negritos en la "Velá" |
La fiesta arranca el día 2 de febrero, en la noche de las Candelas. Los Negritos, el Tamborilero y el Palotero, sin tiznar y con una blusa como indumentaria, comienzan la tradicional procesión de la Velá a San Blas, llamada así por ser realizada portando unos velones con los que se va alumbrando el recorrido por las calles de Montehermoso, desde la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la asunción, donde les espera el párroco, pasando por la ermita de San Sebastián y finalizando en la de San Bartolomé (morada de San Blas).
En ésta última parada se produce un acto sobrecogedor, en el que la comitiva al son del tamborilero, ofrecerá al santo sus danzas, junto con los antiguos componentes del grupo. Los velones que son llevados por los mayordomos calientan así las frías noches de febrero.
LA FIESTA
Los Negritos en el día grande de la Fiesta |
Ya el día 3 de febrero, día grande de la Fiesta de los Negritos de San Blas, a primera hora de la mañana, el Tamborilero sale a recoger al Palotero y así, uno a uno, van uniendo al grupo a cada uno de los Negritos, ya vestidos con el traje tradicional de Montehermoso, por ser el día de San Blas. Una vez recogidos todos, se dirigen a casa de los mayordomos, lugar en el cual se realiza el ritual de tiznado de caras con corcha quemada, tal y como manda la tradición.
Cuando las campanas empiezan a tañer, la comitiva acude a la Iglesia Parroquial para recoger al sacerdote y, acompañados por numerosos devotos, se dirigen a la Ermita de San Bartolomé, donde se llevará a cabo el oficio religioso y se procederá a la bendición de los cordones de San Blas. Al finalizar la liturgia, los mayordomos sacan a San Blas y los Negritos le rinden honores con sus bailes.
La imagen del Santo recorrerá en procesión las calles hasta llegar a una concurrida Plaza Mayor, lugar en el que vuelven a repetirse las danzas, 17 en total, finalizando con la conocida como “El Cordón”. Tras finalizar el acto, se traslada a San Blas al templo, donde quedará durante unos días. El resto del día, Negritos y mayordomos irán por el pueblo pidiendo la tradicional "Maná" para el Santo y vendiendo los cordones bendecidos, que las gentes anudan a sus cuellos para proteger sus gargantas.
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